Son Sardina 1/3 Sta. María
El Sta. María logró la victoria ante un Son Sardina (1/3) tras remontar un partido que se puso pronto a favor de los locales 24’, hasta que los del reiguer despertaron al dragón igualando el encuentro 29’. Esa jugada no solo sirvió al Sta María para empatar sí no para terminar de convertir a su rival en un manojo de nervios. La ansiedad del Son Sardina no encontró ayuda en el temor de sus seguidores. Poco después (en la segunda mitad), los de Sta. María se hacían los amos del campo para llevarse los tres puntos. Con el 1-2 (56’)se mascaba la tragedia en Son Sardina, todo parecía indicarlo y finalmente el vendaval visitante tubo su recompensa con el hattrick de Álvaro, se cumplían los temores con el definitivo 1-3 (63’). (los tres goles fueron calcados además de cantados antes de que se marcaran)
Hoy no falló la columna vertebral del equipo; Álvaro, Valeije, Joan Toni, Blesa. Pocas veces podemos decir lo mismo, unos marcando, otros salvando, otros destruyendo y otros parando.
Las señas de identidad del Sta. María son la calidad en defensa y la irregularidad en medio campo y ataque. La plantilla rojinegra asesora potencial para un fútbol poco vistoso y precisamente dicha propuesta condiciona en buena medida una trayectoria con constantes altibajos. El buen hacer futbolístico de los santamariers contrasta con la endeblez de medio equipo con la que convive el grupo con más músculo que talento y en el que prima el sacrificio sobre el toque.
El Son Sardina, con un equipo de lujo, protege a sus centrales con un pivote y sus laterales pisan terreno enemigo solo cuando lo tienen muy claro. Basa su esquema en la excelente condición técnica de sus centrocampistas, en absoluto reñida con su sacrificado trabajo de apoyo defensivo, y los rápidos movimientos de sus delanteros. El Sta. María, por el contrario, coloca a un solo delantero incapaz? para la misión que se le asigna, juega con dos carrileros que pretende hacer caer hacia el centro para abrir pasillo a dos laterales que no facilitan una asistencia decente y deja a sus centrales sin coberturas... a veces. Y sin embargo el resultado está ahí.
(El mejor entrenador es el que saca el mejor rendimiento a los futbolistas de los que dispone y no el que pretende inculcarles sistemas de juego o funciones inalcanzables por sus características).
Precisamente ahora es cuando más motivados debemos estar.
El Sta. María logró la victoria ante un Son Sardina (1/3) tras remontar un partido que se puso pronto a favor de los locales 24’, hasta que los del reiguer despertaron al dragón igualando el encuentro 29’. Esa jugada no solo sirvió al Sta María para empatar sí no para terminar de convertir a su rival en un manojo de nervios. La ansiedad del Son Sardina no encontró ayuda en el temor de sus seguidores. Poco después (en la segunda mitad), los de Sta. María se hacían los amos del campo para llevarse los tres puntos. Con el 1-2 (56’)se mascaba la tragedia en Son Sardina, todo parecía indicarlo y finalmente el vendaval visitante tubo su recompensa con el hattrick de Álvaro, se cumplían los temores con el definitivo 1-3 (63’). (los tres goles fueron calcados además de cantados antes de que se marcaran)
Hoy no falló la columna vertebral del equipo; Álvaro, Valeije, Joan Toni, Blesa. Pocas veces podemos decir lo mismo, unos marcando, otros salvando, otros destruyendo y otros parando.
Las señas de identidad del Sta. María son la calidad en defensa y la irregularidad en medio campo y ataque. La plantilla rojinegra asesora potencial para un fútbol poco vistoso y precisamente dicha propuesta condiciona en buena medida una trayectoria con constantes altibajos. El buen hacer futbolístico de los santamariers contrasta con la endeblez de medio equipo con la que convive el grupo con más músculo que talento y en el que prima el sacrificio sobre el toque.
El Son Sardina, con un equipo de lujo, protege a sus centrales con un pivote y sus laterales pisan terreno enemigo solo cuando lo tienen muy claro. Basa su esquema en la excelente condición técnica de sus centrocampistas, en absoluto reñida con su sacrificado trabajo de apoyo defensivo, y los rápidos movimientos de sus delanteros. El Sta. María, por el contrario, coloca a un solo delantero incapaz? para la misión que se le asigna, juega con dos carrileros que pretende hacer caer hacia el centro para abrir pasillo a dos laterales que no facilitan una asistencia decente y deja a sus centrales sin coberturas... a veces. Y sin embargo el resultado está ahí.
(El mejor entrenador es el que saca el mejor rendimiento a los futbolistas de los que dispone y no el que pretende inculcarles sistemas de juego o funciones inalcanzables por sus características).
Precisamente ahora es cuando más motivados debemos estar.
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